sábado, 5 de abril de 2008

Semana Santa y Ramadán. ¿Alguna similitud?

La semana santa concentra un sinfín de símbolos. Marca un contexto religioso de opción de fe, caracterizado por una serie de expuestos. Ritos y costumbres que se manifiestan, y reflejan un motivo de orgullo para los católicos: ritualidad que se renueva cada año. Entonces, el sentido de recordar el sacrificio de Cristo une a todos.

Pero, ¿Porqué las iglesias están vacías y durante la Pascua se llenan las calles de las ciudades? Lo que pasa es que esas tradiciones pueden ser espectaculares, así que a mucha gente le gusta el arte y la solemnidad. Es más típico ir con la familia. Salen vestidos con trajes para esas fechas por la calle para ver mucha gente detrás de las imágenes de santos. Hay procesiones que dan aliciente de festividad. Para algunos, la muerte de cristo debe recordarse solo una vez al año no semanal ni diariamente.

Pero, mientras que algunos lo hacen una sola vez al año, otros consideran que no existe una semana santa, y que todo el año es santo. Dicen que esos rituales son inventados por hombres: las velas, el agua bendita mezclada con una pizca de sal, la misa, el incienso, el celibato, una cantidad de hechos, introducidos por el hombre. Prefieren tratar de mostrar un evangelio práctico, vivencial, y que se refleje todos los días. No cuenta solo asistir a las celebraciones, sino leer antes o pensar según las diferentes maneras de manifestarse con los signos.

Eso nos recuerda lo que pasa en Ramadán en los países musulmanes. Pero para mí, hay otros motivos, en este caso. Es decir que algunas personas muestran una forma de hipocresía. Les gusta que los demás aprecien su fe, las ven yendo a la mezquita, rezando, leyendo Corán y todo. Empezamos a oír conversaciones raras: “¿Qué tal “hermano”? Que dios te ayude. No mientes durante el ayuno. Sal de la discoteca.”

Para otras personas es algo diferente: que se debe aprovechar del ramadán como una ocasión de espiritualidad modelo. Consideran que no se debe faltar la bendición de Dios durante eso días. Que las puertas del cielo son abiertas más que nunca y el rezo vale hasta mil veces más que en los días ordinarios.

Bueno, que recen o no, lo que importa es el comportamiento diario con los demás: ser sincero, tomar en serio su trabajo, y ayudar a los que lo necesitan.

Mariam HAJOUJI IDRISSI C1


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