jueves, 29 de enero de 2009

Salamanca, por Mariam.

Por fin fui a Salamanca. Llevo dos años estudiando español con mi querido profesor Óscar. Y desde el primer día que nos vimos, el no para de hablar de su ciudad. Es un tío muy orgulloso de sus orígenes. ”Salamanca nunca duerme. Los salmantinos salimos de juerga todas las noches... La plaza mayor es la segunda mejor plaza en Europa. La catedral es una maravilla. En Salamanca se camina mucho, no necesitamos a taxis ni autobuses. Hay diecisiete tipos de tortillas en los restaurantes. ”Y no sé que, y no se cual. Oscar, ¡por favooooooooooor!
Decidí viajar para descubrir todo lo que nos contaba nuestro amigo, y más. Tomé el avión el viernes 9 de Enero. Hice una escala en Barcelona, y llegué a Salamanca por la tarde. Hubo algunas dificultades el primer fin de semana, porque no llegó mi equipaje y lo recogí dos días después. Pero bueno, a contar lo que vi en esta ciudad acogedora:
¿Qué tiempo hace en Salamanca?
Estuve ocho días allí, nevo un día, llovió otro día, hubo nubes tres días, y el resto: sol y cielo azul. Y el frío era aguantable, solo había que abrigarse bien, y ya está. Genial, y sobre todo, comparado con lo que había en varias ciudades de España, en esta temporada... Lo que vimos en la télé del caos en el aeropuerto de Madrid Barajas, donde la gente paso cuatro días esperando sus vuelos cancelados, por causa de la nieve.
¿Cómo es la gente de Salamanca?
Os voy a presentar a algunas personas que conocí allí :
Manoli, la taxista: una mujer con cuarenta años, amable, dinámica, y muy poco habladora, que me llevó al hostal, y me dio su número para que la llamara cuando quisiera.
Raquel, la recepcionista: una jovencita, que me felicitó por mi nivel en español, y me hizo un descuento de 14 euros por noche, porque Óscar había pasado a hacerme la reserva.
Alberto, el amigo de Óscar: un chaval alto, moreno, y fuerte, que me llevo a dar una vuelta en las calles de la ciudad, y me propuso salir de fiesta por la noche, pero no volvió a contestar mis llamadas... Alberto, ¿dónde estas? J
Juliana, la dueña de la cafetería de al lado: una taiwanesa, que me regalaba caramelos todos los días, y hablaba un español raro... Tenía un acento “asiático”, conjuga todos los verbos en el presente de indicativo, no se cansa de hacer gestos para que la gente la pueda entender, y no para de reír, sin causa.
Y Sakina, atención señores y señoras: una marroquí, amiga mía, que no había vuelto a ver desde hace diez años, y que está estudiando en Salamanca, y, fíjense: que vive frente al hostal donde me alojé. Jodeeeeeeeeeeeeeer ¡Perdonen la palabra, pero es que nos encontramos allí por pura casualidad, y desde el cuarto día de mi viaje, no nos hemos separado. Hasta dejé al hostal y me aloje en su casa.. Gracias, tía, te echo de menos.
¿Cómo es la ciudad de Salamanca?
Es una ciudad antigua, pequeña, que se parece más a un pueblo. Es famosa por la catedral, una obra arquitectural maravillosa, que visité dos veces, para hacer fotos...
Lo que más me sorprendió en la ciudad, fue la seguridad. Eso sí: caminas por la calle, de día o de noche, da igual, no te roban, no te ligan, no te paran para molestarte, ni nada. Un paraíso, de verdad. Salí una vez con mi amiga a la una de la noche, fuimos a la discoteca, nos encontramos en el camino con chicas que salían de la biblioteca (que esta abierta 24 horas de 24h). Volvimos a casa a las tres y media. Y todo en un ambiente de seguridad y tranquilidad. Nadie nos ofendió ni intentó molestarnos...
En Salamanca hay un rió muy famoso, el Río Tormes, que va desde allí a Portugal. Es una fuente de agua muy limpia, como un cristal, en el que puedes mirar tu cara. Y hay muchos puentes por los que se puede cruzar al otro lado de la ciudad.

¿Qué se puede hacer en Salamanca?
Pues, hay cines, teatros, museos, pubs, discotecas, cafeterías y tiendas. También hay centros comerciales en las afueras.
Yo fui al cine una sola vez, pero nada del teatro, que es carito. Fui al museo de la catedral, a los cafés, y a muuuuuuuuuchas tiendas. Y cuales son los lugares que llamaron mi atención? Os los enseño enseguida:
La Casa Del “T”: Este “T” significa, para mi, dos cosas: el teléfono y el té. Se trata de la cafetería de nuestra amiga juliana, la taiwanesa, donde hay un locutorio que permite llamar por bajo precio a todas las partes del mundo. Tú abres la puerta de la casa del “T”, y te mareas por el fuerte olor de azúcar que hay allí. Es que la señora propone a sus clientes varios tipos de pasteles, caramelos, frutos secas, mazapán, turrón, chocolate, dulces y más, y maaaaaaaaas....La verdad es que no pude aguantar este olor. Y ella siempre pone una música asiática, un ritmo lento, suave, hasta que te parece que están haciéndote un masaje tailandés. Hombre, por favor- ¡Basta!
Y luego, la Plaza Mayor, el corazón latente de Salamanca. Una plaza grande, con muchas tiendas y cafeterías alrededor. Los salmantinos suelen quedar debajo del reloj que esta colgado en la entrada de la plaza. Y me dijeron que en el verano, se convierte en algo mejor: conciertos, escenas, exposiciones, guitarras, fiesta, fiesta, y fiesta...
¿Y la fiesta en Salamanca?
Yo imaginaba que iba a encontrar espectáculos de flamenco, o algo típico de la región. Y al final, lo que habia era música moderna en las discotecas, y nada más. Pero aunque estés en las discotecas parecidas a las de Barcelona, Londres, París o Agadir, sientes algo diferente, al bailar. Porque los salmantinos tienen su propia manera de bailar, cantar, y gozar de su juventud. ¡Algo que hay que probar!
Y ahora, lo de las rebajas:
Había de todo, vaqueros, camisas, chaquetas, zapatos, collares, y todo por precio bajiiiiiiiiiiiiiito, de verdad. Pero, lo que pasa es que no encontré mi talla L Cada vez que preguntaba por unos vaqueros CUARENTA Y OCHO, o unas cazadoras XXL, las dependientas me miraban, como sorprendidas, y me decían: “lo siento hija, que no tenemos”. “Ay, no cielo, que no hay”. Y yo pensaba: “Hay que adelgazar, Mariam, que te has comido muchas pizzas y bebido bastante colacao en el café de al laooooooooooo....”
Eso si, las rebajas en España valen la pena, si eres de esos flacos/as, pueeeeeeeeeees, ¡ADELANTE!
Os cuento algo de la comida?
Bueno, probé los churros con chocolate...Ricos pero llevan mucha aceite...Comí una tortilla que compré en el supermercado, porque no tuve la ocasión de ir a comerla donde tienen 17 tipos de tortillas...Y además, noté que la comida allí lleva muchas grasas. Y todo sabe a aceite de oliva, hasta las patatas fritas que compramos en el cine y las tostadas del desayuno.
¿Y las fotos? Todavía no las tengo, estoy esperando hasta que me las envíe mi amiga, por Internet. Date prisa, Sakina, que la gente se muere por ver tu ciudad.
En fin, ha sido estupenda mi estancia en Salamanca. Y tenía razón Oscar, cuando me dijo, hace un mes: “¡Ocho días en Salamanca son muchos!”. Así que, os recomiendo ir a verla, pero que os quedáis allí tres días. Nada más. Hasta pronto, amigos, nos vemos.

Mariam B2.2

3 comentarios:

Anónimo dijo...

VIAJAR SIN SIMPLEMENTE TRASLADARSE, es decir ir hacia los demás y vivir como ellos para conocer su manera de ser y de pensar durante algunos días. Es lo que has hecho muy bien en Salamanca. Sigue hacerlo!

Stephane B2.2

Anónimo dijo...

Hola Meriem !Me alegro que visitaste Salamanca, tu descripcion genial y precisa de la ciudad refleja tu esperitu de descubrimiento y tu profesionalismo brillante. Olé !Qué vayan bien quérida amigaHasta luego, un besito.
Ali

Anónimo dijo...

Gracias Meriem por la novela, he leido con gran placer lo que has escrito sobre Salamanca, la ciudad que concocio mas en españa gracias a tu y oscar, pero faltan las fotos; para hacer esté viaje gratis sin moverse. Continua a viajar, es lo que pone la vida bella. gracias.
Abdelâaziz B2.2