miércoles, 29 de abril de 2009

Trabajar puede perjudicar la salud

En Francia, el trabajo mata, hiere, pone malo, a razón de 2 muertos al día por causa de accidentes, de 8 muertos al día por causa del amianto, de 2,5 millones de salarios expuestos a cocteles cancerígenos, de millones de hombres y mujeres constantemente puestos al límite de lo que un ser humano puede soportar moral y físicamente.

El escándalo del amianto es un buen ejemplo para destacar el hecho que enfrente del Poder económico, la vida de una persona no cuenta mucho. Se ha demostrado científicamente desde 1906, que el amianto es cancerígeno para la salud, y ni los Gobiernos, ni las Instituciones han hecho nada para prohibir su uso, hasta los últimos años. No solo se ha mantenido la gente en una ignorancia total de los riesgos sino también se han revelado que había intenciones deliberadas por parte de los industriales y de la Medicina (médicos del trabajo, algunos científicos conocidos) para ocultar/minimizar los riesgos.

En el sistema económico actual, la obligación de resultados, la intensificación de las tareas, la presión para cumplir con los plazos, la precariedad de los estatutos, la fragmentación de los equipos, llevan a una degradación de las condiciones de vida en las empresas. Se refleja en parte a través de un aumento de la tasa de suicidios al trabajo.

El recurso a las maquinas y la subcontratación de la mano de obra se presentan como las herramientas principales de gestión del trabajo en estos últimos años.

Subcontratar la mano de obra al trabajo es subcontratar también los riesgos. Esto tiene las ventajas siguientes:

- ocultar las responsabilidades de la empresa ordenante cuando un accidente ocurre

- publicar tasas de accidentes de trabajo bajas, demostrando de manera falsa el éxito de la política de prevención de los riesgos implementada

- diluir las responsabilidades de la empresa ordenante, es decir evitar indemnizar cuando una enfermedad profesional ocurre a medio o largo plazo (falta de trazabilidad debido a la renovación continua de la mano de obra)

¡Si morir es escandaloso, morir de manera anónima es aún más escandaloso!

Subcontratar y relocalizar los riesgos al extranjero en lugar de invertir para dominarlos constituyen los 2 aspectos de la misma estrategia industrial de los últimos años. Resulta muy interesante destacar el hecho de que en Francia, la legalización del trabajo temporal y la legalización de la subcontratación datan respectivamente de 1972 y de 1975. Desde esta época volvimos realmente hacia atrás en la medida de que más de un siglo de prohibición de ‘regateo’ de la mano de obra ha sido puesto en tela de juicio. Un decreto de 1848 estipula que la explotación de los obreros por los sub-empresarios o regateo está prohibida.

Ahora las condiciones son creadas para que la relación contractual empleador-empleado desaparece a favor de una relación cliente-proveedor. En las cuentas de las empresas ordenantes, el trabajo subcontratista es una variable que no aparece como ‘recursos humanos’ sino como ‘compra’.

Desgraciadamente, muchas veces, los problemas de los accidentes de trabajo son arreglados simplemente a través de indemnizaciones que desvían la atención sobre las causas reales de cómo y por qué ocurrieron. Asistimos a una banalización de la muerte al trabajo a causa de una normalización de los riesgos. Los primeros responsables tienen una casi total impunidad a pesar de que cometen graves infracciones a las reglas de la seguridad y de las reglas del Código laboral.

Esperar al ‘accidente’ resulta a veces para el empresario como el cálculo de la relación coste/beneficio entre lo que va a pagar cuando ocurra (indemnización cerrada) y el coste a invertir para cumplir con la aplicación de las reglas del Derecho laboral.

¿En el trabajo, pensáis que los trabajadores están más protegidos e informados que antes, contra los riesgos de accidentes y de exposición a substancias peligrosas para la salud?

Creo que antes, sabíamos mucho menos sobre los riesgos de accidentes y de exposición a substancias peligrosas para la salud, por razones de ignorancia científica. En nuestra época, sabemos mucho más sobre estos riesgos pero la verdad esta ocultada, los conceptos desviados. También, los industriales utilizan una disciplina la epidemiologia, fundada sobre el método estadístico y de recuento de los enfermos y de las muertes. Esto explica que para calificar una substancia de cancerígena, vale únicamente la experiencia humana. Los efectos demostrados sobre los animales (experimentación in vivo e in vitro) no son tenidos en cuenta. ¿Debemos realmente esperar a catástrofes sanitarias en vez de anticipar sus apariciones y reducir sus consecuencias?

Hablar de la salud en el trabajo o hablar de la salud de los trabajadores NO ES LO MISMO. Este desviación semántica es querida en la medida de que la salud en el trabajo es una noción abstracta, el objeto de una serie de reglas y de dispositivos de seguridad cuyo fallo vuelve a errores humanos y a problemas técnicos u organizacionales. En cuanto a la salud de los trabajadores, es un concepto que debe ayudarnos a buscar soluciones concretas, a responsabilizar cada uno, para mejorar la situación porque implica la persona.

¿Cómo podríamos mejorar la situación?

Crear un tribunal internacional del trabajo para citar todos los quienes transforman el trabajo en un lugar de violencia y de muerte.

Stephane C1.1

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